Bebé

La estimulación temprana en el recién nacido

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VICTORIA PRUDENCIO Y ALFONSO RIAZA
foto bebé estimulación temprana móvil de cuna

La estimulación temprana consiste en una serie de actividades y juegos que se realizan con el objetivo de que el bebé pueda potenciar sus capacidades físicas, cognitivas, emocionales y de lenguaje.

Desde el momento del nacimiento podemos iniciar esta práctica e ir implementando determinados movimientos y gestos, ya que es en los primeros años de vida cuando mayor actividad cerebral desarrolla el bebé.

¿Qué objetivos persigue la estimulación temprana?

Son muchos los beneficios que la estimulación aporta en el neurodesarrollo del bebé, siendo mayor el aprendizaje cuando se realiza en los primeros meses de vida.

Debemos realizarla de una forma consistente para potenciar las habilidades físicas, mentales y de relación del bebé con su entorno. Es por ello, que es recomendable que los ejercicios que hagamos abarquen cada una de las áreas que intervienen en el desarrollo:

  • Área motriz: a través de estos ejercicios favorecemos la coordinación del bebé, ayudándole a reconocer cada uno de los movimientos que puede realizar con sus extremidades.
  • Área de lenguaje: se trata de ir potenciando su capacidad de lenguaje, reconociendo en primer lugar los sonidos y localizando su origen y posteriormente desarrollando sus habilidades comunicativas.
  • Área social: permite establecer una buena relación con el entorno y que el bebé aprenda de aquellos estímulos que recibe del medio.
  • Área cognitiva: se centra principalmente en el proceso de aprendizaje, aumentando la capacidad de concentración, memoria y creatividad.
  • Área emocional: le permitirá reforzar su propia autonomía personal y aumentar sus capacidades relacionales.

¿En qué consiste la estimulación visual?

Los bebés inicialmente ven en blancos y negros, sobre todo en contrastes, apreciando mucho mejor las formas de figuras geométricas.

Para estimular su visión, lo más sencillo y recomendable es usar el rostro de los padres. Podemos utilizar diversos materiales, como por ejemplo, diversas impresiones en papel con figuras geométricas blancas y negras o móviles de cuna. 

Bajo ningún concepto debemos recurrir al uso de dispositivos móviles o tablets, ya que desprenden una luz muy brillante que podría dañar la visión del bebé.

¿En qué consiste la estimulación auditiva?

A través de la estimulación auditiva vamos a tratar de dirigir la atención del bebé hacia un estímulo y que posteriormente sea capaz de realizar un seguimiento del mismo hasta conseguir localizar su origen.

En nuestro día a día es una técnica que de forma inconsciente aplicamos constantemente, ya que a través de la voz de los padres estaremos constantemente estimulando al bebé.

Primero aprenden a identificar los sonidos más agudos y posteriormente los graves, por ello resulta común que reconozca antes la voz de la madre que la del padre.

Dentro de los materiales que podemos utilizar destacan los sonajeros o los cascabeles, con tonalidades distintas para que el bebé comience a distinguirlas.

¿En qué consiste la estimulación táctil y propioceptiva?

Consiste en la estimulación del cuerpo del bebé que tiene por objeto ayudarle a identificar sus dimensiones y recibir información de su entorno a través del tacto.

Podremos distinguir entre tacto superficial y tacto profundo.

Para la estimulación del tacto superficial podemos ayudarnos de materiales con diferentes texturas como plumas, cepillos o brochas de maquillaje, que utilizaremos para recorrer el espacio corporal del bebé de forma simétrica.

También vamos a recurrir a la información propioceptiva, aquella que transmitimos a los músculos y articulaciones del bebé para que identifique dónde se encuentra en cada momento y sea consciente de lo que está haciendo con sus piernas, brazos, manos…Para realizar esta estimulación debemos proceder de igual manera que en la táctil, solo que esta vez aplicaremos un poquito más de presión por todo el cuerpo como si fuera un masaje.

¿En qué consiste la estimulación vestibular?

Se trata de toda la información que vamos a transmitir al bebé acerca de la postura que adopta en cada momento, si está de lado, si está boca abajo, si está con la cabeza en extensión o si está en flexión. Esta estimulación recibe el nombre de vestibular ya que es este órgano el que recoge toda la información.

El mejor momento para realizar esta actividad es en el cambio de pañal, en los cambios de posición, a la hora de la alimentación o durante la lactancia. 

Como hemos visto, la estimulación temprana es una práctica que resulta muy sencilla de incluir en nuestro día a día, aportando grandes beneficios al bebé y permitiendo desarrollar sus capacidades para una mejor participación en sus actividades de la vida diaria y en su entorno familiar.

¿Quieres aprenden más sobre estimulación temprana? Te recomendamos nuestra clase de "Estimulación" del Curso de Atención y Cuidados del Recién Nacido, donde te explicamos en detalle cómo practicarla con tu bebé.

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