La importancia de la genética materna en el desarrollo fetal

El embarazo es el estado en el que más unida vas a estar a tu hijo, pues sois dos cuerpos en uno. Gracias a ti, tu hijo se va a desarrollar como ser humano, va a madurar, va a crecer y vais a estar unidos por el cordón umbilical. Pero aparte, vais a estar unidos por todo lo que tú sientas, por tus estados de ánimo y esto va a influir notablemente en su desarrollo. 

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Durante el embarazo, vas a pasar a través de la placenta nutrientes y oxígeno a tu bebé, gracias a los cuales se va a desarrollar. 

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La placenta es un órgano que se desarrolla durante el embarazo y que se adhiere al útero de la madre. Está compuesta por tejido fetal y materno y es responsable de la transferencia de oxígeno, nutrientes y otros productos metabólicos desde la madre al feto. Además, también se encarga de eliminar los desechos del feto, ya que tiene una función endocrina que produce hormonas, y actúa de barrera evitando el paso de tóxico, bacterias y fármacos. 

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Sin embargo, no sólo vas a transmitirle los componentes necesarios para su desarrollo físico, si no que también le vas a pasar algo todavía más importante, como son parte de tu personalidad, interleuquinas, sustancias bioquímicas que van a conformar el carácter y la personalidad de tu hijo. Es lo que llamamos la epigenética, que a veces es mucho más importante que la propia genética.

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¿En qué consiste la epigenética?

Nuestros genes están formados por segmentos de ADN que determinan características como nuestra apariencia, nuestro género y la predisposición que podemos tener hacia ciertas enfermedades. Sin embargo, la epigenética se refiere a los cambios que afectan la activación o desactivación de los genes, sin modificar el código de ADN en sí. 

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Esto quiere decir que mientras se desarrolla tu bebé dentro del útero, va a recibir elementos de tu carácter y tu personalidad a través de los fluidos maternos que se unen a sus genes e influyen en su desarrollo embrionario. Es decir, eres capaz de modificar la expresión de los genes de tu hijo ya desde dentro del útero, antes de que nazca.

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Por ello, desde dentro del útero tu hijo ya va a estar formándose no sólo a nivel físico, sino también a nivel psíquico e incluso a nivel emocional.

¿Qué es la programación fetal?

Además de la contribución genética, el ambiente intrauterino va a desempeñar un papel fundamental en el desarrollo de tu bebé. Si estás triste, si estás contenta, si es un embarazo deseado, si es un embarazo con entusiasmo, si estás con preocupaciones… Todo eso que experimentas dentro de tu cuerpo, al final se traduce en reacciones químicas y sustancias que pasan al bebé  y que, por tanto, se pueden reflejar en tu hijo. 

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Se trata de la programación fetal, la cual determina que tanto el entorno en el que se desarrolla el feto como todas las vivencias y experiencias que rodean a una mujer embarazada podrían influir en el futuro  bebé que se está gestando.  Es decir, lo que ocurre en la vida fetal se plasma en la vida extrauterina del bebé, del niño y del adulto posterior. Y esa huella, esa influencia podría perdurar para siempre en nuestro futuro bebé. Es decir, que mucho de lo que ocurre dentro del útero se va a plasmar fuera del útero y va a conformar la salud, las enfermedades y el carácter de tu bebé. 

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Se trata de un proceso de adaptación que puede verse afectado por diferentes variables que influyen en la forma en la que se desarrolle tu embarazo, como el estrés psicológico, la exposición a contaminantes, la alimentación o el ejercicio físico que realices durante este periodo. 

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Por ello es de vital importancia que cuides tu salud durante tu embarazo ya que ello influirá no solamente en tu salud sino también en la de tu bebé.

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Como hemos visto, ya desde el embarazo vas a ser capaz de transmitirle todo tu amor y cariño a tu bebé, por ello es tan importante que disfrutes de tu embarazo desde el primer momento y que seas consciente de estos nueve meses que van a impregnar lo que luego será tu hijo en un futuro. Es un acto maravilloso, es un acto al que has llegado después de mucho amor y que merece la pena que lo vivas con conciencia, tranquilidad y entusiasmo. 

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